El progreso, los derechos humanos, la nueva Constituciòn -"garante de la dignidad humana y el respeto a las leyes-, bla, bla y bla, espura basura legal para seguir jodiendo el papel. Puro salami envuelto en papel de celofàn. Pura masturbación mental que solo sirve para que un grupito de pendejos miserables se hagan más millonarios.
Lo cierto es que los trabajadores cañeros se mueren en la peor de las calamidades humanas. Cada dìa muere uno. Cada dìa a uno le falta un ojo, una pierna o un abrazo. Los van a dejar morir uno a uno para que todos verifiquemos con el peor de los cinismos posibles que la vida humana en la República Dominicana, la vida humana que no tiene villas en Romana ni Fundaciones que piensen por ellos, vale menos que un salami , que una guayaba podrida en un estante del asquerso Mercado Modelo de Santo Domingo.
Se van a morir todos. ¿A quién le importa esa vaina?