Esta foto data de 1973. El vespertino Última Hora la publicó en portada blanco y negro. La tarde se hizo trizas. Mi padre me mandó a comprar ese periódico al pequeño kiosco de periódicos y frutas de Juan colocado estratégicamente en la acera derecha del antiguo SuperMercado Dominicano de Pepe Bustos, ahora , La Cadena.
El rostro salpicado de pústulas sanguinolentas, yerbas silvestres del campo, barba de varios días y calvicie tempranísima desde aquellos s días gloriosos de la Guerra Patria que ocupaba toda la parte superior del diario pertenecía al cadáver del Coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó. Fusilado en la madrugada del 16 de febrero de 1973 por uno de los jerarcas de la cúpula militar del gobierno del doctor joaquín balaguer ricardo.
La delación y la traición dentro del movimiento revolucionario y la desesperación de ver caer a Amaury Germán Aristy empujaron al Coronel de Abril a embarcarse junto a un puñado de hombres a lo que luego se llamó la Guerrilla de Caracoles. Claro está, también influyó su marcado espíritu militarista y la reeducación ideológica.
La foto no solo impactó a mi adolescencia sino a toda la población. No podía apartar la mirada de ese rostro. Simbolizaba el principio del final de nuestra derrota. Hasta el sol de hoy.
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