FOTO : EDWIN RUIZ
Tambien la construcción del puente de Rio En Medio
PADRE LAS CASAS.- Tras la inauguración de la escuela de El Roblito, en Padre Las Casas, Azua, los moradores de varias comunidades de la sierra solicitaron al Ministerio de Educación la reparación y construcción de nuevas escuelas en la zona montañosa para cubrir el déficit de aulas.
Las escuelas por reparar y construir pertenecer a las comunidades de El Tetero, Gajo de Monte, Botoncillo, Fundo Viejo y El Gramazo”, dice Mesino Delgado, alcalde pedáneo de Las Cañitas, sección a la cual pertenecen esos parajes.
Reclamó de la Ministra de Educación, Josefina Pimentel, que haga realidad el anuncio de que el Gobierno construirá y reparará las escuelas restantes en las diferentes comunidades de la zona.
Esto a pesar, agregó, que los ingenieros del MINERD ya seleccionaron el terreno para la escuela y empezaron a cubicar la nueva edificación, ésta todavía no empieza.
El Roblito y los demás parajes de la cordillera Central están situados en la zona alta del municipio Padre Las Casas. No tienen luz eléctrica, y para llegar hay que caminar durante cuatro horas y el acceso vial son caminos empinados que cuando llueve se hace imposible transitar.
Una de las comunidades que no tiene escuelas es la del paraje Fundo Viejo, donde los niños y niñas reciben docencia en una pequeña iglesia prestada por las monjas de Padre Las Casas, tal como sucedió tiempo atrás en El Roblito.
A pesar de que los ingenieros del MINERD seleccionaron el terreno para la escuela Virgen de la Altagracia del El Tetero y empezaron a cubicar la nueva edificación, ésta todavía no empieza.
Otra escuela que falta es la de Botoncillo, la primera comunidad enclavada antes de cruzar el Río En Medio, de sur a norte. Es también otra pequeña edificación de madera, totalmente deteriorada donde tampoco caben los alumnos. La iglesia le prestó una pequeña iglesia y allí se imparte docencia.
Ante este panorama de deterioro de escuelas y falta de espacio, los maestros del centro decidieron dividir la docencia en dos grupos de estudiantes, para utilizar otra iglesia prestada por las monjas.
En igual situación están las escuelas de Gajo del Monte y el Gramazo, donde debido al estado deplorable de las escuelas, los estudiantes reciben docencia debajo de los árboles.
El centro de En Gajo de Monte fue construido para albergar 50 alumnos y actualmente tiene a 120. La comunidad dispuso de un terreno dispuesto para la construcción de la escuela, pero todavía los ingenieros prometidos por el MINERD no han llegado.
En esta zona hay quince maestros, la mayoría mujeres, procedentes de Padre Las Casas y Guayabal. Para realizar su labor deben recorrer grandes distancias y enfrentar múltiples dificultades.
Puente sobre río en Medio
Mesino, de 52 años y de manos tan gruesas como la leña que los calienta en las noches, da manotazos al aire para refrendar como bueno y válido la justeza de sus reclamos.
“A finales del 2011, doce mujeres embarazadas de la comunidad tuvieron que ser rescatadas por un helicóptero el Comité de Operaciones de Emergencia”, cuenta. “Intentaron cruzar el río pero estaba crecido por las lluvias. Necesitamos que nos acaben de construir el puente. Señor, mire, yo le voy a decir, ni los mulos quieren cruzar ese río cuando se pone bravo”.
Las Cañitas, habitada por 8 mil personas, es la “capital” de las 24 comunidades que conforman los parajes abandonados a su suerte de la Cordillera Central Sur, limítrofe con Constanza.
“Sin ese puente del Río En Medio que nos comunica con Padre Las Casas, estamos fritos. Cuando llueve se incomunican los caminos. Algunos nos vamos a pie y otros en mulos.
El otro día a una mujer a punto de parir la tuvieron que cruzar a mulo. Por poco se muere. Cuando lograron cruzarla, la llevaron en ambulancia al Hospital de Guayabal de Padre Las Casas y luego al Hospital de Taiwán de Azua, pero a la criatura le pasó el tiempo de nacer y murió.
A pesar de los cien años de atraso que perviven en estas comunidades, de sus profundas carencias materiales y del abandono estatal, sus habitantes no esperan que “se lo hagan todo”.
Los dirigentes comunitarios, la Iglesia Católica a través del Obispo de la diócesis de San Juan de la Maguana, José Dolores Grullón Estrella y la Congregación del Cristo Crucificado dirigida por la Hermana Emilia González auspiciaron una colecta y abrieron una cuenta en el banco para quienes quisieron ayudar.
Sin embargo, la iniciativa no ha sido suficiente para terminar el puente. La comunidad reclama del Ministerio de Obras Públicas la terminación del puente en Río En Medio.
Aunque la obra no ha sido concluida, ya la comunidad y sus religiosas le tienen nombre: el Puente de los Milagros.
También se pierden las cosechas
Por culpa de la falta del puente también se pierden las cosechas de guandules y habichuelas, principales rubros agrícolas de ciclo corto que sostienen “económicamente” a las comunidades. Actividad que solo les reporta de ingresos la pírrica suma de 20 mil pesos.
Las comunidades
Las Cañitas, es la “capital” de los parajes Gajo de Monte, Botoncillo, El Tetero, Vallecito, La Fortuna, El Roblito, Los Rodríguez, Las Lajas, El Recodo, Hondo Valle, Mata Café, El Joval, La Sabina del Sur, Rosa, Fondo Viejo, Los Auqueyes, Los periquitos y El Córbano, entre otros.
Sus terrenos presentan irregularidades y a pesar de la zona ser montañosa hay pequeñas ciénagas debido a que sus terrenos son poco permeables. Los terrenos de esta zona poseen un gran potencial agroforestal pero más bien son utilizados para pastar ganado vacuno, por lo que el paisaje muestra un aspecto de deforestación.
La luz eléctrica nunca ha existido en Las Cañitas. Tanto la escuela como la clínica rural realizan sus operaciones con de paneles solares.
El cuartel militar acusa un grave estado de derrumbe. Una casita de madera con sus paredes desvencijadas y una bandera en flecos en su fachada. La dotación la conforma un raso que no da abasto. La autoridad real es el alcalde, quien pone el orden en días de fiestas y conflictos.
