Hoy, a cuatro años de tu partida, las gentes y sus cosas han cambiado mucho. Mucho más que en los tiempos en que escríbías la columna "Bocadillos" y aquel guíón de humor político para radio "Con Pique y Sin Pique" a través de Radio Popular y que en lo 70s y 80s se convirtieron en una especie de "twitter" hilarante para escapar de las brutales embestidas de los 12 años y luego de los desaciertos y desafueros del PRD del Cambio del 78 que no pudo ni quiso sostener. Toda esa triste historia de Don Antonio Guzmán suicidándose, de Jorge Blanco haciéndose el enfermo y de Majluta transitando su limbo de 41días.
Tú, que ya en esas épocas te autocensurabas-es una gran mentira que en este oficio nadie se autocensura-ahora tendrías que medir tus jocosas ocurrencias de Caballo de Troya con su fardo de denuncias sobre la difícil actualidad que te tocó vivir.
Padre, ahora nos ahogan la violencia y el narcotráfico. La "democracia" que tú no conociste allá, en tu juventud del Parque Cáceres de tu querida Moca cuando tan sólo pronunciar Trujillo generaba una estampida de la pandilla que frecuentabas, es ahora esa "democracia" un payaso que te provoca la risa y que al final de la velada te cobrará muy caro las carcajadas.
Fermín, ahora nos hemos convertido en protagonistas sin libreto ni camerino de un circo de equilibristas de vuelo alto capaces de caminar la cuerda floja sin malla abajo que amortigue su caída. Un circo de payasos que se disputan tu risa sin ofrecer nada a cambio. Enanos expertos en mentiras creibles. Truhanes. La Mujer Más Alta del Mundo porta una pistola en el cinto durante toda la función.
Tus jocosas ocurrencias serían mal vistas. Los miles de papelitos que escribías, la materia prima de cada día, tendrías que revisarlos. Con Pique y Sin Pique no sería un ejercicio de libertad sino de loas y enmiendas para no "macarla".
A cuatro años de tu partida, las gentes y sus cosas han cambiado mucho. Ahora más que nunca, te conservo en mi memoria.
Un hombre , aunque no sea tu padre, que no haya robado ni hecho daño a nadie, debe merecer el respeto y la consideración de sus semejantes.
Por lo menos, la decencia que te caracterizó durante toda tu vida, debe ser ponderada y eso intento celebrar con estas letras.
Claro, ahora la decencia es un valor en extinción. En estos tiempos de compra y ventas del decoro y la dignidad, los payasos de los que te hable, los que se afanan por hacerte reir, se encargaron de matar la decencia. Hace rato.
In memorian a Fermín Arias Belliard
Periodista y escritor
1936-2008
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