Señor Presidente…
…Le cambio la
construcción de puentes, caminos vecinales y canales de riego en los olvidados
campos del país a cambio de un sistema de consecuencias penales que satisfaga nuestra inmensa y profunda sed de
justicia.
Décadas, por no decir
siglos, de abandono y olvido, de no saldar las antiquísimas deudas sociales de
los hombres y las mujeres rurales, todavía pueden esperar. En serio, pueden
esperar, si pregunta en la calle sabrá que urge condenar lo malhecho como norma
de vida en la República Dominicana.
Lo material se
construye con facilidad. Construir y mantener viva la ética y el decoro de una nación
cuesta mucho y ahora, poco a poco, el buen proceder es un activo en desastrosa decadencia y delinquir es la clave
del éxito. Poseer, no importa cómo, ya sea
pudriéndolo todo por dentro y por fuera o
robando y asesinando es el “win to win” de esta segunda mitad del siglo
XXI dominicano.
Por eso, le cambio
dotar a los ciudadanos de La Barquita de una zona de viviendas adecuadas,
saneadas, libres de hacinamiento, de miasmas e inundaciones por
una serie de procesos judiciales que sienten en el banquillo de los acusados a
funcionarios que nos han robado la esperanza, el porvenir y el amor a la Patria
con mayúsculas.
Le cambio “no tirar piedras hacia atrás” por iluminar
el presente castigando a los culpables
de este desastre económico, de esta debacle moral, de esta podredumbre de desfalcar
las arcas y quedarme como si nada y luego, deben aplaudirme mi “progreso” el
que le ha dado a base de mi “excelsa inteligencia “.
Le cambio todo eso,
Señor Presidente, por una Patria Sana, libre de hombres y mujeres al servicio
de ellos mismos, de sus melomanías, de
sus miserables complejos…
Le cambio este nuevo
borrón y cuenta nueva. Otro más, por enésima vez, desde la caída de Trujillo,
por una a auditoria feroz, una fiscalización a ras de suelo que sancione la
vulgar corrupción y la pérfida impunidad que nos acogota, nos reduce y nos
convierte en siervos del Feudo cuyos tributos engordan las tripas y los egos del Señor…
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