El verbo siquitrillar significa en Venezuela y Cuba
algo así como expropiar o destruir moralmente
a una persona.
El siquitrille es también
sinónimo del “huesito de la contetura”, ese que está al final donde la espalda
pierde su nombre. La rabándola. Una
patada en ese lugar tiene como resultado la expresión muy conocida en la región
caribeña de que “le rompieron el siquitrille”.
Ambas expresiones al parecer le
vienen como anillo al dedo al presidente del
Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Miguel Vargas Maldonado, quien
enfrenta una situación personal y política bastante delicada dentro de su
partido, una situación de final de los
tiempos, de fin de mundo, de gallera a tiros y sangre en la arena.
El PRD y su denominado “Judas Iscariote” enfrentan el
desmadre. De nuevo la división, ¿signos de salud democrática o desorden “secular”
de esa antiquísima organización política?
Leonel Fernández ha comido con su
dama y todo por culpa de todos, incluido yo. MVM se creyó el cuento de que iba
a ser presidente y Fernández lo envolvió en una corbata azul y el nudo de corbata lo estrangulará del tirón.
Angelita de Vargas, su mujer,
quinta columna en Twitter no acaba de darse de cuenta de que cada vez que
vierte una declaración pública en contra del “líder de la oposición”, Hipólito
Mejía, la patada por el siquitrille, por el culo, destinada a su marido, está
cada vez más cerca de su rabándola.
Otra cosa cierta es que el PRD
envejece y a MVM, si lo expulsan, acabará de enterrar a ese partido. Misión
cumplida, ingeniero. La Era del Partido Único ha llegado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario